Como líder, ¿evitás las reuniones de equipo?

Del miedo a mayores posibilidades

Hemos hablado estos días sobre cómo mejorar las reuniones de equipo: ya sea dentro de un área específica o en equipos transitorios, formados para gestionar proyectos y mejoras.

Sin embargo, hay un punto que muchas veces pasamos por alto: hay líderes, sin importar su nivel en la organización (gerentes, jefes, supervisores), que nunca realizan reuniones de equipo. En su lugar, prefieren el uno a uno y lo manejan bien.

¿Por qué algunos líderes prefieren reuniones individuales, en lugar de reuniones de equipo?

Algunos argumentos comunes son:

Personalización de los temas: pueden abordar asuntos específicos con cada persona.

Manejo del conflicto: creen que en el uno a uno pueden gestionar mejor las tensiones. 

Productividad: consideran que las reuniones de equipo son una pérdida de tiempo. 

Cultura organizacional: no hay una tradición de reuniones en la empresa.

Falta de confianza: no creen que el equipo pueda aportar ideas valiosas.

¿Qué hay realmente detrás de esto?

¿Te sentís identificado/a con alguna de estas razones? Es normal tener justificaciones para nuestras acciones, pero también es importante cuestionarlas. Analicemos cada una:

🔹 “Prefiero reuniones individuales porque puedo personalizar los temas”. Las reuniones individuales son clave para tratar temas de desarrollo, desempeño, motivación y planes de carrera. Pero las reuniones de equipo cumplen otro propósito: fomentan el sentido de pertenencia, fortalecen la confianza y alinean objetivos. Sin reuniones grupales, no hay equipo. Y sin equipo, no hay liderazgo.

🔹 “Pueden surgir conflictos, y en el uno a uno los manejo mejor”. El conflicto no desaparece por evitar reuniones; simplemente queda oculto. Si no das espacio para discutirlo, los problemas persisten o crecen en silencio y afectan la productividad. Un líder que evade el conflicto está debilitando su equipo en lugar de fortalecerlo.

🔹 “Son una pérdida de tiempo y reducen la productividad”. Las reuniones bien estructuradas no solo no son una pérdida de tiempo, sino que fortalecen la cohesión del equipo. Las personas necesitan sentirse parte de algo más grande, recibir reconocimiento y compartir logros. Sin interacción y diálogo, el equipo se convierte en un grupo de individuos aislados.

🔹 “La cultura organizacional lo impide”. Si bien algunas empresas aún tienen liderazgos autocráticos, el cambio empieza por ti. Puedes transformar la cultura de tu equipo modelando el tipo de liderazgo que deseas ver. Los grandes líderes son quienes desafían lo establecido y crean nuevas formas de trabajo.

🔹 “No confío en que el equipo aporte buenas ideas”. Las personas que trabajan más en contacto con la operativa del día a día conocen los problemas desde adentro y pueden proponer soluciones valiosas. Pero si no les das espacio para expresarlas, nunca sabrás su verdadero potencial. Un líder efectivo no solo dirige, sino que facilita el crecimiento y la participación de su equipo.

En el fondo, todo esto se resume a una palabra: MIEDO

El miedo no es malo; es una emoción que nos ayuda a anticipar peligros. El desafío está en enfrentarlo, prepararse y dar el paso.

¿Por qué algunos líderes temen hacer reuniones de equipo?

1) Miedo a perder el control
  • Temen que en una reunión grupal surjan temas incómodos, críticas o conflictos que no sabrán manejar.
  • Prefieren el uno a uno porque les permite controlar la narrativa.
2) Inseguridad sobre su capacidad para facilitar reuniones
  • No saben cómo estructurar reuniones efectivas y temen que se vuelvan caóticas o improductivas.
  • La falta de habilidades para su facilitación los lleva a evitarlas.   
3) Miedo al conflicto
  • No quieren lidiar con desacuerdos abiertos entre miembros del equipo.
  • Ven el conflicto como un punto negativo, en lugar de una oportunidad para mejorar la comunicación y la toma de decisiones.

¿Cómo enfrentar estos miedos?

🔹 Planificá con estructura: definí un propósito claro, agenda y tiempos. 

🔹 Facilitá la conversación: usá dinámicas participativas y técnicas para mantener el enfoque.

 🔹 Aceptá el conflicto como parte del proceso: no lo evites, aprendelo a gestionar. 

🔹 Empezá con reuniones cortas y efectivas: no necesitás empezar con encuentros largos, probá con 30 minutos bien aprovechados.

Las reuniones no son el problema, sino cómo se conducen. Un equipo fuerte necesita un espacio de interacción. 

Si querés ser un líder que construye, empezá por fortalecer las conexiones y la comunicación en tu equipo.

¿Te animas a intentarlo? 

En el módulo intensivo “Reuniones sin Desperdicio”, de Coaching del Talento, te ayudamos a organizar y liderar las reuniones para que sean un instrumento de avance en objetivos, planes y fortalecimiento del equipo. 

18 y 20 de febrero. Virtual. 4 horas en total.

🔗 Conocé la propuesta completa aquí:https://bit.ly/4goiuo6

Dejanos tus comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comparte el Post