¿Por qué hablar de la gestión del tiempo ya no es suficiente?

Varias manos tomando post it de una cartelera.

Durante años nos dijeron que para ser productivos debíamos administrar mejor nuestro tiempo. Planificar, priorizar, hacer listas interminables de tareas. Pero, ¿has sentido que, a pesar de organizar bien tu agenda, llegas agotado al final del día sin haber hecho lo que realmente importa?

La diferencia no está en gestionar el tiempo, sino en gestionar tu energía y tu enfoque.

Cuando distribuimos nuestra energía de manera intencional y elegimos en qué poner nuestro foco, dejamos de reaccionar a urgencias y empezamos a vivir con claridad y dirección.

De la Gestión del Tiempo a la Gestión de la Energía

En lugar de preguntarte ¿tengo tiempo para esto?, prueba preguntarte: 

¿Esto es esencial para mis objetivos? 

¿Estoy en mi mejor estado de energía para esta tarea?

 ✔ ¿Qué actividades me recargan y cuáles me drenan?

Lo que nos enseña el Coaching Ontológico

En el Coaching Ontológico acompañamos a las personas a tomar consciencia de la forma en la que están observando su mundo. En lugar de vivir desde la escasez de tiempo y la urgencia constante, podemos adoptar una mirada en la que elegimos en qué enfocarnos con claridad y serenidad. Trabajamos en cómo nos relacionamos con nuestras prioridades. No es solo un tema de organización, sino de lenguaje, emociones y corporalidad. Desde esta perspectiva:

Nuestro lenguaje puede empoderarnos o limitarnos. Decir «no tengo tiempo» refuerza la escasez y frustra. Decir «elijo enfocarme en esto» nos da poder de decisión.

Nuestras emociones afectan el foco. El estrés y la ansiedad nos llevan al multitasking, mientras que la claridad emocional nos ayuda a priorizar con inteligencia.

Nuestro cuerpo también influye. Las posturas, la respiración, la tensión nos dicen mucho sobre cómo estamos manejando nuestra energía y si nos predispone de la mejor manera o no a lo que se viene.

Menos pero mejor

La productividad real no es hacer más, sino hacer lo correcto con excelencia y enfoque.

Cuando priorizamos nuestra energía en lo esencial:

  • Aumentamos nuestro impacto. 
  • Disminuimos el agotamiento. 
  • Nos sentimos más satisfechos con nuestros resultados.

¿Cómo podrías empezar a aplicar esta mirada en tu día a día? 

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