Antes de iniciar una conversación difícil o delicada, hay 3 pre-acciones clave que recomiendo para facilitar el proceso y asegurar un diálogo constructivo y positivo:
1. Dejar nuestras mochilas emocionales:
¿Qué cargas no sueltas cuando enfrentas una conversación difícil? Me refiero a las ideas y pre-conceptos sobre la situación y las personas involucradas, que suelen ser una carga pesada que nos sesga e impide conectar genuinamente.
Para dejar nuestras mochilas emocionales, revisemos primero estas cargas: pueden ser emociones como el miedo, la frustración, el desengaño y la desconfianza… Y ciertas interpretaciones, como puede ser, vernos como víctimas. Estas cargas pueden llevarnos a entrar en la conversación dispuestos a culpar, a ser irónicos o incluso postergar la conversación. Hacer conscientes estas cargas y dejarlas a un lado a consciencia nos permite acercarnos a la conversación con una mente más abierta y un corazón dispuesto a escuchar y comprender.
2. Abrir el corazón:
Reconecta con lo mejor de ti. Un corazón cerrado no genera nada positivo. El corazón es una inteligencia más profunda y sabia que nuestro ego, enviando más información al cerebro de la que recibe. Al activarlo, nuestra presencia se expande y generamos más emociones positivas. Esto nos permite conectarnos desde un lugar de autenticidad y empatía.
Practica la respiración profunda y visualiza lo que te conecta con la gratitud: lo que más valoras de tu vida, las personas que te quieren y las personas amables que conoces. Esta práctica no solo nos centra, sino que también nos prepara emocionalmente y nos pone en sintonía para una conversación constructiva.
3. Construir tu intención:
¿Con qué intención vas a entrar en la conversación? Las intenciones como querer tener razón, ganar la discusión o demostrar superioridad, llevan a una conversación pobre. En cambio, intenciones como ayudar, desarrollar, contribuir, lograr algo grande juntos y construir una relación, enriquecen el diálogo.
Para entrar en la conversación con una intención clara y positiva, pregúntate: ¿Qué quiero lograr con esta conversación? ¿Cómo puedo contribuir al bienestar del otro y al bienestar común? Una intención genuina de colaboración y desarrollo mutuo puede transformar cualquier diálogo.
Integrando las 3 pre-acciones:
Estas pre-acciones, que a menudo pasamos por alto, pueden transformar los resultados de nuestras conversaciones más desafiantes y de valor:
Al dejar nuestras mochilas emocionales, abrimos espacio para una conexión auténtica y empática. Al abrir el corazón, nos conectamos con una inteligencia emocional profunda que guía nuestras interacciones. Al construir nuestra intención, alineamos nuestros objetivos con principios de colaboración y crecimiento mutuo.
La calidad de nuestras conversaciones determina la calidad de nuestras relaciones y, en última instancia, la calidad de nuestras vidas. Por lo tanto, dedicar tiempo a prepararnos antes de una conversación difícil no es solo una práctica útil, sino esencial para el liderazgo y el desarrollo personal.
Equipémonos con estas pre-acciones antes de conversar y transformemos nuestras interacciones en oportunidades de crecimiento y conexión genuin