¿Sobre qué conversaciones construís vínculos?

A diario, en nuestro equipo de trabajo, mantenemos todo tipo de conversaciones. Está claro que no todas las conversaciones son iguales ni tienen el mismo grado de profundidad; eso dependerá de múltiples factores. Pero tomar conciencia del tipo de conversación que solés tener y su calidad pueden mejorar tus vínculos en general, y en el trabajo especialmente; porque la buena conversación genera buenos vínculos y buenos resultados.

Hay 3 tipos de conversaciones diarias, muy comunes, que nos afloran de forma natural y espontánea, de las que te invito a tomar consciencia para reflexionar sobre los vínculos que estás construyendo sobre ellas y dirigirlas mejor:

La conversación sobre generalidades es un tipo de conversación muy superficial. Las solemos usar cuando apenas conocemos a alguien y suele surgir luego del saludo, donde no existe ninguna intención más que la amabilidad. Como ya habrás identificado, estas conversaciones suelen tratar sobre cómo se está, cómo está el tiempo, o algún tema en común que se tenga.

Peligro: sostener este tipo de conversaciones en muchas oportunidades puede ser un mecanismo para no darte a conocer, no mostrar tus ideas.

Importante: cumplen una función clara; mantenemos códigos de amabilidad a través de este ellas; si estamos alterados, por algún factor o circunstancias, el otro no tiene por qué saber.

La conversación sobre lo que dijeron o hicieron terceros: esta es una forma de conversar con poca profundidad porque repetimos lo que vimos u oímos de otros. Es un poco más profunda que la anterior, pero sigue siendo superficial porque repetimos opiniones de otros con los fundamentos de otros. Un ejemplo claro de esto son los chismes; ‘’me contaron’’, ‘’escuche…”, ‘’se dice…”

Peligro: Es una conversación que, sin una buena intención, podría afectar la imagen propia; a nivel interno nos puede llevar a cuestionarnos la persona que estamos siendo cuando la mantenemos. También puede desinformar, incluso cuando no hay intención.

Importante: tener en cuenta dos aspectos: a) Antes de mantenerla, revisá tu intención inicial. Fijate que tu intención sea honorable para ayudar a alguien. b) Si no lo es, y aún definís tenerla, asegurale al otro que no contás con datos corroborados por ti o que son datos parciales.

Las conversaciones sobre ideas: aquí sí damos nuestra opinión sobre lo que pasó o sobre lo que se dijo. Nos hacemos cargo. Es una conversación más profunda donde nos involucramos y elaboramos opiniones fundadas en diferentes hechos. Aquí se requiere valentía porque implica expresar nuestras opiniones sobre un tema con sinceridad.

Peligro: que en esa pasión por las ideas no te lleve a expresarlo con formas tóxicas (ironía, crítica, intolerancia, culpabilización…)

Importante: 3 puntos se requieren para hacerlo con maestría:

a) Además de tu opinión, es bueno expresar cómo fue tu razonamiento para llegar a ella, exponiendo los hechos.

b) Apropiarse de la opinión con expresiones como ‘’yo pienso’’, también es recomendable, así hacemos saber a nuestro interlocutor que estamos abierto a otras ideas y no nos imponemos con verdades.

c) Lo importante en esta conversación en tener capacidad para solicitar al otro también su opinión: escucharla con respeto cuando es contraria a la tuya y profundizar en sus ideas.

Las conversaciones sobre emociones, sentimientos y anhelos: este tipo de conversación es la más profunda de todas porque con ella nos abrimos al otro. Acá creamos una atmósfera de empatía expresando nuestros sueños. Expresamos lo que anhelamos que suceda. A través de ella reconfortamos, acompañamos emocionalmente, motivamos e inspiramos. Y también estamos abiertos a la apertura del otro. Es una conversación para ir por más, para coordinar acciones, negociar, colaborar, desarrollar compromiso, cambios. Es una conversación con mirada de futuro, pues de ella los hablantes no salen iguales.

Peligro: solo estar abierto a expresar tus anhelos y no a recibir los del otro; o estar abierto a indagar en los sentimientos y anhelos del otro únicamente, sin mostrar los tuyos.

Importante: esta conversación es la puerta para resolver conflictos, frustraciones. Entra en ella con estas habilidades:

o Compromiso: 100% sincero e involucrado

o Respeto por la forma de ver del otro

o Indagación/Consciencia, de cómo estás siendo en cada momento

o Escucha Profunda

o Empatía

o Optimismo

o Colaboración

Te dejo algunas preguntas:

¿Cuál de estas conversaciones tenés más a mano?

¿Qué conversación profunda debés mantener y con quién?

Si tenés quejas de alguien, ¿con qué conversación las podés resolver?

Si perdiste la confianza en alguien ¿con qué conversación la podrías reconstruir?

Si te estás alejando de alguna persona, ¿qué conversación te puede ayudar? ¿Cuál no te ayuda?

Si tenés que reclamar algo a alguien, ¿cuál sería la conversación más efectiva?

Si querés mejorar tus vínculos y la forma de conversar en tu equipo de trabajo, te acompañamos en el alcance de tu objetivo:

contacto@coachingdeltalento.com

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