Hay un fenómeno que muchas veces subestimamos: el impacto de lanzarse por primera vez. Esa primera experiencia —ya sea con un resultado positivo o negativo— deja una huella emocional y cognitiva, que muchas veces marca el camino que seguimos después.
📍 Pensemos en algunos ejemplos:
- La primera vez que hablaste en público
- La primera vez que lideraste un equipo
- La primera vez que diste una devolución difícil
- La primera vez que lograste cambiar a conciencia un hábito
👉 Cuando la experiencia es positiva
Genera confianza, motivación, ganas de repetir.
Recuerdo mi primera presentación frente a un público grande. Salió mejor de lo esperado. Aunque había mucho por mejorar, me quedó una sensación de logro que me impulsó a seguir perfeccionándome.
👉 Cuando la experiencia es negativa
Puede generar desánimo, llevarnos a evitar futuras oportunidades o crear creencias limitantes. También lo viví: la primera vez que tuve una conversación difícil como líder, no logré el resultado esperado, la persona terminó enojada y yo frustrada. Pensé: “no soy buena en esto”.
Pero ahí aparece un factor clave, que hace la diferencia: la tenacidad, el deseo de aprender y el propósito. Son los combustibles que te permiten transformar ese mal comienzo. Aunque no siempre “está a mano”… Y muchas veces, simplemente, se abandona…
🧭 ¿Qué rol juegan los líderes frente a estas primeras experiencias?
Tienen una gran oportunidad de influir en la cultura del equipo.
Observar e intervenir a tiempo, cuando un comportamiento o experiencia aparece por primera vez, es una herramienta poderosa para:
✅ Reforzar lo que queremos cultivar
✅ Corregir lo que queremos evitar
Ejemplos concretos de abordaje:
🟢 Nuevo integrante en el equipo
“Valoramos la colaboración desde el primer día. Esperamos que compartas tus ideas y pidas ayuda cuando la necesites.»
🔴 Un conflicto entre compañeros (por primera vez)
«Lo importante es que puedan conversar primero entre ustedes y buscar una solución que funcione para ambos. Estoy disponible, si necesitan ayuda.»
🔴 No se cumple una fecha límite (por primera vez)
«Quiero entender qué pasó y cómo prevenirlo. A futuro, si ves que no llegás, avisame a tiempo para poder organizarnos.»
🔴 Error en el servicio / conflicto con cliente (por primera vez)
«Escuchá al cliente, mantené la calma, no juzgues. Si necesitás apoyo, contá conmigo.»
En conclusión:
Como líderes, somos agentes de cultura. Y esa cultura empieza a moldearse desde las primeras veces.
¿Qué primera experiencia marcó tu forma de trabajar o liderar?
Te leo 👇
Margarita Charlone – Directora Coaching del Talento
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