“Liderazgo 4E” es una metodología que desarrollamos desde @coachingdeltalento para líderes que quieran enfrentar el mundo emergente con mayor efectividad. Líderes que son capaces de Evolucionar, Empatizar, Energizar y Ejecutar.
La “E” de Evolucionar refiere a evolucionar como persona en el rol de líder y ayudar a evolucionar al equipo a cargo. En esta E me gustaría hacer foco hoy:
Como líderes y como personas, la vida nos depara miles de situaciones: nuevas, imprevistas, únicas, donde podemos poner a prueba nuestra mejor versión. La versión de nosotros mismos es la respuesta que damos a esas circunstancias, pues habla de nosotros, de qué persona está emergiendo en ese momento. En ese sentido, hay respuestas que abren, fortifican y construyen relaciones, generando internamente un sentido de paz y planitud; y también hay de las otras, las que generan resentimiento, provocan dolor. Ambos tipos habitan en nosotros. Todos hemos dado ambos tipos de respuesta.
Desde la misma naturaleza del ser humano, surge y habita la “incompletud”, la imperfección, y la conciencia de eso nos alienta a emprender un camino de crecimiento constante. Nuestra naturaleza humana nos aleja de los animales y las máquinas: no somos seres acabado ni seres totalmente predecibles, somos los seres que vamos siendo a cada momento. En cada momento elegimos quién queremos ser o qué versión mostrar. Si queremos evolucionar o no…
Las circunstancias, los estados de ánimo, las personas con las que estamos en un momento dado y nuestros recursos disponibles influyen en la respuesta a dar. Lejos de ser esto último un alegato justificativo, es una mirada amorosa, comprensiva a nosotros mismos, que nos permite recargar la energía para seguir nuestro camino de desarrollo personal. También, esta conciencia de “incompletud” es la que nos permite comprender y ser compasivos con la “incompletud” de los demás y específicamente de nuestro equipo.
¿Cómo conquistar esta“E”, como líder?
Algunas pautas:
Primero, teniendo mayor conciencia de nuestras emociones e interpretaciones sobre cada situación, buscando ampliar la perspectiva.
Segundo, entendiendo la perspectiva de las personas de mi equipo, de los otros equipos, de los clientes, de sus emociones e interpretaciones, dándolas como válidas aunque no esté de acuerdo, porque en ese mismo acto los estoy validando como persona.
Tercero, identificando la mejor respuesta a dar: un tipo de respuesta que mejore mi versión, que me haga sentir honorable y al mismo tiempo esté alineada a los objetivos y propósitos.
Cuarto, animándome a darla, con amorosidad pero a la vez con determinación. Sabiendo identificar el momento.
Quinto, celebrando el avance, redefiniendo el concepto de éxito: cuando nos lanzamos a hacer un cambio que nos cuesta, ya es un éxito en sí, independientemente de los resultados (que no dependen 100% de nosotros). Tiene que ver con mirarme en el espejo y sentirme orgulloso del paso que di y la versión que surgió.
¿Qué versión de ti estás eligiendo mostrar en tu liderazgo? ¿Estas conforme con el líder que estás siendo? ¿Te gustaría que te acompañemos en este proceso? Si tu respuesta a estas es “si”, “no”, “no sé», podés contar con nosotros -> contacto@coachingdeltalento.com | www.coachingdeltalento.com