De mirar el Desempeño a mirar el Potencial: el cambio de enfoque del Gerente como Coach

Un alfil (ficha de ajedrez) cuya sombra proyecta una corona.

Hace unos meses que desde nuestra consultora venimos trabajando el concepto de “Gerente como Coach», a raíz del programa internacional que representamos en Uruguay.

Antes adentrarnos en dónde convergen ambos roles, hay una distinción previa que hacer: ¿a qué nos referimos cuando hablamos de«Coach» y de «Coaching»?

En el Coaching Ontológico, que es el tipo de coaching que aplicamos en nuestra práctica, el coach es una persona entrenada para acompañar al cliente (coachee) a alcanzar sus objetivos en aquella área en la que quiere evolucionar, mediante una exploración profunda de sus interpretaciones y percepciones, porque desde ellas nos movemos, vinculamos y creamos nuestra realidad.

La esencia transformacional del coaching radica en la capacidad del coach para estimular una reflexión profunda a través de preguntas. Estas preguntas no buscan dar respuestas directas, sino abrir el camino para que el coachee descubra sus propias soluciones, alcanzando niveles de consciencia más profundos sobre el tema en cuestión. Este enfoque es fundamental para superar obstáculos ya que, al ampliar la mirada sobre el tema, aparecen nuevas posibilidades de acción, que antes no parecían estar, y que permiten a alcanzar resultados distintos. Como bien dijo Einstein: «locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes». Ese proceso de acompañamiento, que se extiende en un lapso definido de tiempo, es lo que llamamos Coaching (o Coaching Ejecutivo, aplicado la organización).

¿Cómo se traslada esto a lo concreto de la empresa?

Siguiendo con lo anterior, cada individuo interpreta sus experiencias a través de un lente único, influenciado por sus creencias, vivencias y personalidad, desde el cual actúa.

Imaginemos un gerente insatisfecho con el desempeño de un colaborador, convencido de que está actuando de manera egoísta y recargando trabajo a sus compañeros. Esta percepción lo lleva a adoptar una postura más estricta y presionante. Sin embargo, al trabajar con un coach, el gerente podría explorar otras interpretaciones: quizás el colaborador no se siente seguro, no sabe llevar a cabo del todo su trabajo, está atravesando una experiencia que lo afecta, está desmotivado, etc. Al abrirse a nuevas interpretaciones, el gerente puede encontrar nuevas formas de actuar frente a la situación, abriendo otro tipo de conversación con el colaborador, abordándolo desde otra emocionalidad y apertura, lo que podría mejorar significativamente la relación y los resultados.

Varios estudios recientes destacan el impacto positivo del Coaching en las organizaciones. Haciendo referencia a algunos: el Informe Global de Coaching de ICF (2023), arrojó que un 89% de las organizaciones que implementaron coaching reportaron mejoras en la efectividad organizacional. Además, el 77% observó un aumento en la productividad y el 73% reportó mayores niveles de satisfacción entre los empleados. El retorno sobre la inversión promedio fue de 7,7 veces el costo del proceso de coaching.

Por otro lado, un estudio de la Universidad de Harvard (2022) reveló que el Coaching Ejecutivo puede incrementar significativamente el rendimiento y la satisfacción en el trabajo. El 64% de los líderes que participaron en programas de Coaching vieron un aumento del 25% en la efectividad personal y del equipo, y un 30% en la satisfacción laboral.

Entonces, con todo esto, ¿en dónde converge el rol del Gerente y el del Coach?

La convergencia entre ambos roles se encuentra en el liderazgo. Un «Gerente como Coach» no solo organiza el trabajo y establece objetivos, sino que también influye, desarrolla y motiva a su equipo. Esto no implica que el gerente se vuelva un coach en su sentido puro, a través de una certificación; sino que aprenda a apoyarse en ciertas habilidades de coaching para integrarlo a su rol y desarrollar a los miembros del equipo a través de conversaciones significativas.

Es decir, en lugar de adoptar una actitud directiva tradicional, el «Gerente como Coach» usa preguntas, habilidades conversacionales y esquemas mentales propios del coaching para acompañar al colaborador a identificar y superar obstáculos, lo que lleva a un mayor compromiso y desarrollo de su parte.

El Gerente como Coach, en definitiva, no solo se enfoca en el desempeño y en los resultados actuales de sus colaboradores, se enfoca en su potencial y dedica tiempo a desarrollarlo. Es decir, ejerce un verdadero liderazgo. Y el liderazgo, como ya hemos dicho, es antes que nada una decisión interna y un esfuerzo direccionado a querer serlo. No viene aparejado con el rol. Se trabaja y decide a consciencia.

Superando barreras comunes…

A menudo, los gerentes creen que el desarrollo de las personas es una responsabilidad exclusiva de Recursos Humanos. O lo reconocen como parte de su responsabilidad, pero encuentran barreras para no hacerlo, como la falta de tiempo, la incomodidad de abrir conversaciones difíciles, la falta de recursos o conocimientos para abordarlo, etc.

Si es tu caso, y querés trabajar en tu liderazgo y en trascender estas barreras, para desarrollar el potencial de tus colaboradores, desde Coaching del Talento te acompañamos: a través de sesiones de Coaching Ejecutivo individual o a través de nuestros programas especializados en desarrollo de liderazgo. Nuestro próximo inicio es «Gerente como Coach y Mentor«, el 10 de octubre. Inscribite a la sesión de muestra gratuita aquí o agendá una call con nosotros para saber más: contacto@coachingdeltalento.com

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