¿Tenés una conversación pendiente con algún colaborador desde hace tiempo?
Te ayudamos a que la puedas abordar. Te presentamos 3 principios que no pueden faltar en ninguna conversación (inclusive en el ámbito personal):
En una conversación cada uno de los hablantes influye en el resultado final. La parte que puedo controlar es la mía, en la del otro solo puedo influir. Por ejemplo, cuando percibo que viene energía negativa de mi interlocutor, tomar esa energía y devolverla como energía positiva, como se postula en el arte marcial Aikido, es una forma de influir en la conversación: corto el tono de la conversación, redirijo el foco para que sea constructiva, y así voy ejerciendo mi influencia en los demás hablantes, positivamente.
Esto requiere inteligencia emocional y 3 principios que no podemos eludir:
a) Análisis del problema desde una mirada amplia. Esto es estratégico. Si quieres liderar para solucionar algo, cuanta mayor informaciones tengas, mejor. ¿Te incluyes como parte del problema o es solo del otro? ¿En qué medida, mucha o poco, tú estás incidiendo en el problema? Revisa esto porque cuando aparece un problema son múltiples los factores que lo alimentan. Al revisar tu parte, incorporas más amplitud al problema y por lo tanto tus argumentos cambian, puede surgir empatía. ¿Qué otros factores puedes incluir? Como líder, observar el trasfondo que aparece en toda situación es vital para tener un mapa mayor de la realidad. Recuerda que tu mirada siempre es subjetiva. Debes también integrar en la conversación la mirada de la persona en cuestión. También, integrar tu autoridad moral sobre esa cuestión: qué ejemplo das tu, cuál es tu conducta sobre los temas vinculados con eso que quieres arreglar.
2) Conexión con tu objetivo mayor. Es decir, el propósito superior que te conecta con el equipo, con la empresa, con tu liderazgo, con los objetivos que tienes por delante. Suele suceder que al entrar en una conversación muchas veces no tenemos claro el propósito mayor. Sí tenemos claro (y no del todo a veces…) lo que queremos arreglar con ese colaborador. Si observas bien, en ese momento tu estado interior está perturbado, en mayor o menor medida, tu energía positiva decrece, aparece la ansiedad y la frustración. Queremos que esa persona cambie y lo hemos intentado de varias formas, sin resultados. ¿Qué más hacer? Te preguntas. ¿Ya lo hecho todo? Conversar desde ahí puede hace que el ego te juegue una mala pasada. Es que si la conversación se convierte en una lucha de egos, o de culpabilizaciones, has fracasado. Tu objetivo mayor es el equipo que quieres desarrollar, con una cultura sinergética, con un ambiente posibilitador de diálogos y confianza. Si conectas desde este lugar, si piensas que esta conversación puede servir a ese propósito mayor, esa conversación dejará de ser una molestia para convertirse en un medio para tu objetivo mayor. Hasta en un desafío en el liderazgo que quieres desarrollar. ¿Qué transformación quiero ver en mi equipo? ¿Y en mi liderazgo?
3) Integrar el valor de tu interlocutor en la conversación: hacerlo sentir importante y útil. En cada conversación, incluso en las más difíciles de abordar, hay una mirada que no puedes perder: el valor de la persona y de su rol para el equipo. La importancia de esa persona para tu equipo, ya sea por sus fortalezas o por lo que aporta. A veces es útil conectarte con aquello que te gustó de la persona cuando la conociste, o en experiencias que fueron productivas. En coaching le llamamos a esto conectarnos con el mito original. A veces las situaciones problemas se convierten únicamente en nuestro punto de mira, pero ampliando nuevamente la mirada aparecen elementos valiosos para integrar en la conversación. ¿Cómo te has sentido cuando alguien te muestra que eres importante para el equipo, el proyecto, o la organización?
Revisando estos puntos, ¿te sientes con más posibilidades para abordar tu próxima conversación?
Si quieres profundizar en estos temas, tenemos para ti un taller onlineque te permitirá avanzar más en tus conversaciones y lograr lo mejor de ellas:
Las 5 conversaciones clave del líder
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4, 11, 18, 25 de noviembre.
De caracter eminentemente práctico.
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