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  • Foto del escritorMargarita Charlone

Transformando el Viceversa Relacional negativo

Actualizado: 21 sept 2022



¿Sentís que alguien te falló? ¿Algo te parece injusto? ¿Sentís que das y los otros no lo valoran?¿Alguien no te respeta? ¿Notás que te estás distanciando de alguien?


Si algunas de estas situaciones las has vivido, o las estás viviendo, podés encontrar claves para liderarlas y salir de ellas.


Parte de la dinámica humana es la influencia recíproca en las relaciones que construimos. Nuestros comportamientos, actitudes, conversaciones, tonos… influyen en los otros y viceversa. A esto le denomino el Viceversa Relacional. Como vimos en el posteo anterior, puede ser tanto negativo como positivo.


Decimos que es positivo, cuando la influencia que recibimos de los otros enriquece nuestra vida espiritual, emocional y material. Por el contrario, es negativo, cuando las acciones de los otros nos envuelven en sentimientos y emociones como la resignación, el resentimiento, la rabia, que nos puede llevar a comportamientos, actitudes y conversaciones no productivas. Digo "nos puede” porque podemos cortar ese impulso negativo que nos viene.


Cuando vivimos algunas de las situaciones arriba mencionadas, u otras similares, seguro nuestro comportamiento cambia. El cambio puede ser sutil: quedarme sin palabras, hacer un gesto de bronca, un revoleo de ojos, irme, emitir pequeños comentarios irónicos, una crítica, demostrar de alguna forma el poder, etc. O puede ser más directo: como culpabilizar, llorar, gritar, quejarse con un superior, etc. Lo cierto que hay un quiebre y si no se lo abordás, la relación va en picada porque el viceversa relacional negativo toma vuelo.


La clave es preguntarnos, ¿queremos entrar en el Viceversa Relacional negativo o queremos liderarlo? Claro que muchas veces no estamos tan conscientes de nosotros mismos como para hacernos esta pregunta.


Romper el paradigma culpa y justificación

La lógica que opera para entrar en el viceversa negativo es el paradigma de la culpa y justificación, muy instalado en este tiempo: “como te culpo de esto… entonces me justifico haciendo esto”.


Es la Ley del Talión en tiempos modernos (esta ley aplicada en la antigüedad se refería a recibir un castigo similar al castigo infringido). Además de ser muy nocivo, parte muchas veces de supuestos erróneos o miradas parciales.



Bajemos a un ejemplo:

“Juan no entregó a tiempo el informe y eso me hizo quedar mal con el director. Siempre me hace lo mismo; me tiene bronca, se ve que me quiere desplazar. Seguro se cree mejor que yo… No me respeta”.


Si nos fijamos, en estas respuestas hay muchas inferencias que hace la persona que se siente afectada. Estas van subiendo de tono y alejándose cada vez más del único hecho constatado: no entregó el informe prometido a tiempo.


Veamos primero el hecho: “no entregó el informe”. Veamos lo que incide en el hecho y lo que está en nuestro margen de influencia, si fuéramos el protagonista del ejemplo:

  • ¿Hice el pedido completo? Dejando claras las condiciones de satisfacción (cómo lo quería, para cuándo lo quería…)

  • ¿Expliqué la importancia del pedido y sus implicancias? Para destacarlos de los muchos otros pedidos que recibe esa persona.

  • ¿Obtuve una promesa clara de la otra parte sobre su realización? Es decir, ¿se comprometió explícitamente? ¿O simplemente di por hecho el compromiso?

Analicemos la frase “siempre me hace lo mismo”. Cuando sucedió por primera vez, ¿abrí una conversación al respecto para coordinarnos a mejor a futuro? Si la abrí, ¿obtuve un compromiso a futuro de la otra persona? ¿Le pedí que a futuro me avisara si se le complicaba una entrega, para tener un plan B? Si no abrí una conversación, es decir, “no pasó nada” frente al incumplimiento, habrá quedado instaurado en la relación que si eso vuelve a pasar, no importa.


Como verás, en cada situación siempre hay implicancias de cada parte para que los resultados sean los que son.

Dos beneficios clave de liderar el Viceversa Relacional negativo

  • Recomponer la relación. Especialmente si esa relación la tenés que mantener en el tiempo, como es el caso de la familia o de las relaciones de trabajo, que no son por lo general elegidas. Es en la relación que se producen los resultados. Si querés buenos resultados, debés nutrir buenas relaciones.

  • Aprender del proceso. Vas a descubrir tu capacidad de liderarte independientemente de las situaciones que atravieses; siendo coherente con tus propios valores, que te hará sentir orgulloso/a de ti. También, te da libertad emocional para no sentirte o arrastrado/a por lo que te toca vivir. Esto trae una paz brutal a tu vida. Es mejor ir recomponiendo que ir peleando, para el bienestar físico y emocional. Y seguro, también, aprenderás más de los demás, que es clave para tu crecimiento personal.

En el próximo posteo profundizaremos en cómo desarrollar una conversación para liderar el viceversa relacional negativo.

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Facilita: Margarita Charlone

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